sábado, 7 de febrero de 2015

El lado oscuro de la Oxitocina: Cuando la hormona del amor lleva a la violencia de pareja

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La hormona del amor. Así es como popularmente se le conoce a la oxitocina. Una hormona ya conocida y estudiada desde hace poco más de 80 años. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas con respecto a la oxitocina. Si bien se cree que esta hormona es la responsable de muchas conductas prosociales y positivas (como el apego maternal o en las relaciones de pareja), esta también tiene su lado oscuro. Recientemente un artículo publicado en la revista Social Psychological and Personality Science determinó que existe una relación entre los niveles de oxitocina y la violencia de pareja (IPV por sus siglas en inglés).

Estudio científicos publicados sobre oxitocina, y sobre violencia de pareja (Fuente: Pubmed).

Y es que, como se muestra en la gráfica anterior, aunque cada vez sabemos más acerca de la oxitocina y de la violencia de pareja, hasta hace poco, era incierta la interacción entre ambos objetos de estudio. Por cierto, nótese como el estudio científico de la oxitocina comenzó cerca de los años 30, mientras que de la violencia de pareja no fue sino hasta la década de los 90 que comenzó a tomarse como un fenómeno digno de estudiarse por medio del método científico.

Ciertamente DeWall y sus colegas (2014) aportan mucho a la comprensión de la violencia de pareja, el rol de la oxitocina en los diversos comportamientos y por supuesto, la interacción entre ambos. Estos investigadores intentaron determinar el papel que juega la oxitocina en la predisposición de la violencia de pareja entre personas con y sin tendencias agresivas. Para ello, dividieron el grupo de participantes en dos grupos: uno que recibiría una dosis intranasal de oxitocina, y otro que recibiría una dosis intranasal de un placebo. Adicionalmente, determinaron cuáles participantes tenían una predisposición a la agresividad, así como su estatus de pareja. Posteriormente les hicieron hacer tareas que les generara estrés, para después medir su predisposición a realizar conductas propias de la violencia de pareja.


La predisposición a la agresión física interactúa con la oxitocina para predecir mayor uso de violencia de pareja.

El resultado obtenido, como se aprecia en la gráfica anterior, sugiere que los individuos que tienen una predisposición a ser agresivos, tienen una mayor propensión a realizar conductas propias de la violencia de pareja cuando sus niveles de oxitocina son elevados. La explicación de estos resultados es bastante sencilla. Tal como lo sugieren los autores, es posible que se deba a que los individuos agresivos, tienen entre su repertorio de conductas de afrontamiento, más conductas violentas que los no agresivos, y al sumarle una situación amenazadora (tarea estresante), más el efecto de la oxitocina (que busca conservar el lazo de apego con la pareja) resulta en la posible expresión de violencia hacía la pareja.

Sin duda los resultados nos hacen pensar en nuevos factores que no se habían contemplado antes en el estudio de la violencia de pareja (como sus correlatos neurobiológicos y hormonales), ni en el estudio de la oxitocina (como su relación con conductas agresivas y antisociales). Esperemos que pronto estos resultados puedan traducirse a nuevos tratamientos y modelos de prevención de la violencia de pareja (¿quizás terapias que busquen incidir en el lazo y apego de la pareja agresiva?). Sin duda es algo que necesitamos ¡Ya!, porque recuerden: según datos de la OCDE (2013), entre todos los países que la integran, México es el país con mayor porcentaje violencia de pareja (47% de las mujeres mexicanas afirman haber sido víctimas de violencia).


Resultados de la OCDE sobre violencia de pareja en los países que la integran.


Referencias:

 

ResearchBlogging.orgDeWall, C., Gillath, O., Pressman, S., Black, L., Bartz, J., Moskovitz, J., & Stetler, D. (2014). When the Love Hormone Leads to Violence: Oxytocin Increases Intimate Partner Violence Inclinations Among High Trait Aggressive People Social Psychological and Personality Science, 5 (6), 691-697 DOI: 10.1177/1948550613516876

Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. (2013). How's Life? 2013: Measuring Well-being. OECD Publishing. doi:10.1787/9789264201392-en 

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