sábado, 28 de febrero de 2015

Reeducar a los Hombres que Ejercen Violencia: ¿Realmente funciona?



La violencia hacia la mujer es una problemática social que afecta a mujeres alrededor de todo el mundo. Especialmente, la violencia hacia la pareja, suele ser una de sus manifestaciones con mayor frecuencia; sólo en México, en 2011, el 47% de las mujeres de 15 años y más sufrieron algún episodio de violencia por parte de su pareja (INEGI, 2013). Este problema está considerado como el principal obstáculo para lograr la igualdad de género, y su erradicación, sigue siendo uno de los desafíos más importantes de nuestra época.

Desde el surgimiento de la lucha por la disminución de la violencia hacia la mujer, los programas de prevención y atención estuvieron centrados en la víctima. Es recientemente, hace unos 10 años aproximadamente, que las miradas empezaron a enfocarse en el origen real del problema, en aquellos que ejercen las acciones violentas: lo hombres. A lo largo de todo este tiempo, se han desarrollado programas para su reeducación con diferentes enfoques, perspectivas y metodologías como una estrategia novedosa para la erradicación de las desigualdades de género, pero cuya efectividad, hasta el día de hoy, ha sido cuestionada.



Debido al estado de la efectividad de estas acciones, Espinosa, Giménez-Salinas, y Pérez (2013), realizaron una evaluación a un programa penitenciario  de reeducación de hombres condenados por violencia hacia la pareja aplicado en varios estados europeos. El estudio se realizó con un grupo experimental y un grupo control, la muestra experimental estuvo compuesta por 635 participantes y el grupo control por 135 personas. Se aplicaron alrededor de 10 instrumentos pre y post tratamiento que medían diferentes variables relacionadas a la violencia de pareja. Posteriormente, se realizó un análisis del grupo experimental por separado y fue comparado con los resultados del grupo control (se redujo la muestra experimental a un número proporcional y con características homogéneas al grupo control para su comparación).

Estos son las áreas con mejorías significativas del grupo experimental por separado (efectividad del programa).
  1. Atribución de responsabilidad. Los resultados indicaron niveles significativos de cambios después del tratamiento en el sentido de un mayor reconocimiento del delito y de la propia responsabilidad en el mismo.
  2. Sistema de creencias. Los participantes mostraron significativamente menos pensamientos sexistas. Se observaron cambios en la disminución de los pensamientos y las manifestaciones hostiles sobre la supuesta inferioridad de la mujer. Así mismo, los celos patológicos mostraron una clara disminución.
  3. Abuso emocional. Los análisis mostraron una disminución significativa en el control excesivo, la indiferencia hostil y las estrategias de dominación e intimidación de los hombres sobre la pareja.
  4. Resolución de conflictos. Los hombres que participaron en el programa aumentaron significativamente sus estrategias de negociación al resolver conflictos de pareja y disminuyeron sus estrategias de agresión psicológica y lesiones.
  5. Ira. Los datos mostraron que los hombres exteriorizan menos su ira y son capaces de controlarla en mayor medida y por consiguiente, la expresan de forma menos hostil hacia los demás.
  6. Personalidad. Los hombres del programa mostraron significativamente menor impulsividad y temeridad y una mayor empatía.

Estos resultados sobre la efectividad del programa fueron complementados con el análisis de la comparación entre el grupo experimental y el grupo control, para comprobar que los resultados anteriores no se debieron al azar y sí, por el tratamiento. Se encontró una relación significativa con las siguientes variables.
  1. Atribución de la responsabilidad
  2. Sistema de creencias sexistas.
  3. Impulsividad

Adicionalmente se encontraron diferencias (aunque no estadísticamente significativas) es las variables de abuso emocional y control y expresión de la ira.

En conclusión, se puede observar que los programas de reeducación de hombres que ejercen violencia hacia su pareja pueden ser significativamente eficaces, siempre que se realice con una metodología sistematizada.

Otro de los aciertos de este tipo de programas es que inciden sobre variables importantes para la disminución de la violencia de género, esto es, sobre la atribución de la responsabilidad y la reestructuración de los sistemas de creencias hegemónicas sobre la masculinidad y feminidad. Una de las principales consideraciones en el trabajo con hombres es que este, debe tener el objetivo de lograr que los hombres se responsabilicen de su ejercicio de violencia, ya que  se considera que la violencia de género (y por tanto, hacia la pareja),  no  son  una  “enfermedad”  o  una  cuestión  del  “ser”  de  los  hombres, sino  que  es  una  cuestión  del  “hacer”. Si  se  considerara  la  violencia  de género como una enfermedad o trastorno mental, los hombres  no  serían  responsables  de  ejercer  violencia,  pues lo  sería  debido  a   su condición, algo sobre lo que no pueden controlar.  Existen diversos estudios que avalan que la violencia es aprendida, por lo tanto es algo que pueda desaprenderse, de allí que el trabajo se  base en reeducar a los hombres y en hacerlos responsables de sus acciones. Así mismo, el tema de la violencia  de pareja y de género  tienen  su  origen  en  la  construcción hegemónica de la masculinidad y feminidad, por lo tanto, la reeducación va en ese mismo sentido: en reestructurar su masculinidad

Este  trabajo  con hombres desde lo individual es importante, pero,  evidentemente,  es  insuficiente.  Es  necesario  que  los  sistemas  sociales,  políticos  y  económicos contemplen  cuestiones  de  género y que la política  pública  se incluya  la  prevención,  atención  y  erradicación  de  la  violencia  de  familiar, doméstica y de género como un eje importante. Solo así las acciones individuales tendrán una repercusión a nivel comunitario.

Referencias 

ResearchBlogging.orgRamírez, M., Giménez-Salinas Framís, A., & de Juan Espinosa, M. (2013). Evaluación de la eficacia del programa de tratamiento con agresores de pareja (PRIA) en la comunidad Psychosocial Intervention, 22 (2), 105-114 DOI: 10.5093/in2013a13

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